wiltonrizzo@hotmail.com La obra del cooperativista Luis Alfredo Delgado Abello, nos lleva por ese universo de la solidaridad, que, como modelo empresarial, puede lograr sacarnos de la encrucijada que las crisis sociales, las pandemias e inclusive el impacto nocivo de la corrupción nos tienen en afujías como estado en Colombia o como naciones para generalizar en el contexto actual.
La obra trata diversos aspectos comunes, por ello, para llegar a las propuestas similares a las que hacemos desde Colombia, es necesario unificar un pensamiento, unos criterios en una filosofía conjunta como Estado o como país. Ahí está el gran desafío de las comunidades y sus instituciones con verdadero liderazgo, sin egos, sin personalismos y sin aislamiento de quienes tienen posibilidades de hacer fácil la integración económica, social, cultural, deportiva y medio ambiental. Y su ustedes gustan pónganle más.
Es un cambio que a gritos lo pedimos desde las múltiples manifestaciones de las generaciones que integran las comunidades de naciones.
¿Cuál sociedad es esa Nueva Sociedad?
“Ya la hemos venido vislumbrando en estas páginas.
Con el peligro de ser redundante, señalaremos las pistas principales de
la visión de sociedad que nos orienta.
Una sociedad en cambio permanente que desarrolla la capacidad de
adaptarse pensando en colectivo y en solidaridad.
Una sociedad arraigada en lo local, que se construye en las soluciones
en cooperación de los problemas básicos de las familias y grupos
sociales, con la participación de ellos. Que construye una
institucionalidad vinculada a esa problemática local y edifica sobre ella
y sobre las redes sociales, la institucionalidad regional y global. 124 Eisler (2000).
Una sociedad con democracia que parte desde lo económico, desde la
construcción a la solución de las necesidades con participación y
gestión de todos y que la extiende en todas las expresiones sociales.
Una sociedad de consenso, que ve la mayor potencialidad colectiva en
los acuerdos construidos y asumidos por todos.
Una sociedad en donde las fórmulas cogestionarias, interrelacionen los
diferentes procesos organizativos, los proyectos de grupos humanos
distintos, las instituciones, el Estado.
Una sociedad solidaria, llena de valores profundos de interrelación en
cooperación, que inspiran a las familias, los grupos sociales, los
pueblos, las sociedades, las naciones, el planeta todo.
Una sociedad con nueva espiritualidad, que recoge del gran bagaje
humano, espiritual, religioso, filosófico, las visiones que soporten y
acompañen la nueva sociedad solidaria, en permanente construcción.
Oír crecer a los nuevos protagonistas
Hicimos un llamado al principio para oír crecer la hierba. Ese
crecimiento, que parecía, no poderse escuchar.
Nos hemos venido preparando, en estas reflexiones, para oír crecer los
ríos, las cascadas, las cataratas. Para oír crecer los mares, las olas.
Para oír crecer las montañas.
Oír que la innovación en la tecnología abre las puertas para compartir
ampliamente el conocimiento, para participar, para llevar la democracia
a la gestión de la economía desde las más pequeñas unidades, hasta
los sistemas más complejos.
Oír, que bajo la óptica y el empuje de nuevos protagonistas, la
democracia abre posibilidades para la gestión local, regional y mundial.
Oír que más de 3.000 millones de habitantes de nuestro planeta hemos
optado por ir construyendo soluciones basadas en la solidaridad a la
vida que llevamos. Oír que hemos asumido nuestro protagonismo.
Oír el grito, por un cambio de la sociedad, de múltiples movimientos
sociales en todas las esferas de la vida humana.
Oír el clamor de cambio de la lógica de actuación de los mismos líderes
y voceros del sistema actual como el expresado en Davos.
Saber, escuchar crecer la hierba de las soluciones y de la organización
solidaria. Ya no como a la hierba, sino como un gran movimiento social.
La aspiración solidaria está creciendo en todo el mundo.
Más de 3.000 millones de habitantes de nuestro planeta hemos optado
por ir construyendo soluciones basadas en la solidaridad a la vida que
llevamos. Hemos asumido nuestro protagonismo.
En medio de nuestro entorno, escuchando crecer la hierba de las
soluciones y de la organización solidaria.
Está creciendo en todo el mundo. Sus raíces penetran todos los
espacios. Demuestra en todas partes que es viable, que da solución a
los problemas, que actúa con nobleza, que genera armonía.
También nos demuestra y nos obliga a actuar como una gran fuerza
social, como un gran sistema articulado en todo el quehacer humano,
que debe incidir en la construcción de una nueva sociedad solidaria.
Se está pasando la posta, a nuevos corredores, a nuevos protagonistas
para que asumamos, el ir construyendo, aquí y ahora, desde nosotros,
la sociedad que queremos.”
Link de la obra
https://drive.google.com/file/d/17-pynIbnmCD4Vd8TQc6eaZrmRtHivoI9/view